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martes, enero 15, 2019

“Con un par de huevos” mi tapa finalista en Madrid fusión

DIFICULTAD: Fàcil   |   TIEMPO:
Ingredientes

huevos
gorgonzola
mascarpone
trufa

Introducion



Bueno, bueno…. 4 años sin publicar un post, pero, ¡¡¡por fin estoy de vuelta!!! Y visto que este mes se celebra la decimosexta edición de Madrid Fusión, quizás el congreso internacional de gastronomía más prestigioso del mundo, aprovecho la ocasión para contaros mi experiencia como finalista en el concurso de tapa creativa Madrid Fusión 2018.

 

Fue la primera vez en mi vida, después de 20 años dedicados a la cocina, que me apunté a un concurso y ¡probablemente fue la última! En un rato entenderéis el porqué.


Me gustan los retos y soy una persona competitiva. Muchas veces quise apuntarme a concursos, pero siempre se me pasaba la fecha de inscripción. Esta vez tenía que hacer algo si o si, y ya no era por el simple hecho de competir, ganar o lucirse, sino para salvar, literalmente, el culo de mi restaurante Smoke and Roll que necesitaba un empujón publicitario vistas las dificultades económicas que conlleva mantener un negocio de hostelería, y más si se trata de un concepto atrevido en una ciudad no tan propensa a innovaciones como a veces parece ser Valencia. Esto no quita que ame esta ciudad.

Lo que he aprendido en esta experiencia de concursos es, que por mucho que confíes en ti mismo, no puedes confiar en lo que te vas a encontrar ahí. Y no me refiero a la competencia, sino a las herramientas, tiempos y productos que ponen a tu disposición para hacer frente al reto.

 

Esta fue mi experiencia:

Tras una noche sin dormir organizando mis dos días de ausencia; los pedidos del restaurante, preparaciones, cosas para llevarme al concurso, la chaqueta con los patrocinadores, menajes varios, la comida de los perros y por último, mi cabeza que aún estaba entre las berenjenas ahumadas, la morena de la puerta al lado y el cambio de carta de la hamburguesería.

Finalmente salimos a las 6 de la mañana de Valencia y llegamos directamente al congreso sin pasar por el hotel. Bajo del coche hecho polvo, sin dormir, sin ducharme, sin comer y con el latido del pulso en un dedo accidentado, del que pende una venda medio desenrollada que parecía la de un mendigo después de días sin asistencia médica.

Nada más entrar se me ofrece probar un poco de… ¡plancton! “no gracias, con un cojín y un humilde café me vale.…….”. Era tan deplorable mi estado, de zombi, que ni si quiera recogí las acreditaciones. Salí del edificio y pedí un taxi para ir al hotel a descansar. Por la tarde peluquería, visita a un proveedor de carne y a cenar un fantástico chuletón de vaca gallega (cortesía de Discarlux ) al lado de la mesa de Martin Berasategui, en compañía de mi proveedor de confianza Sergio de la empresa valenciana Shybarum. ¡Un auténtico Crack!

 

Llega la mañana del evento y ahí estoy, afeitadito, con las pilas cargadas y ¡una sonrisa a 32 dientes para todo el público!…. 6 para los comerciales intrusivos.

Entro en el backstage de la cocina y ¡¡¡arrancan las sorpresas!!! Para empezar, de los 3 productos principales que tenía que proporcionar el patrocinador, uno me falla. El más importante, ¡la trufa fresca! en su lugar me encuentro con un tarro de vidrio lleno de agüita turbia y una roca negra blanda. Parecía un frasco de laboratorio en estado de…. de…., es que no me salen las palabras….  tic tac tic tac…., pues ¡de mierda!.

Arranco con la preparación de la salsa y a rebozar las delicadas 12 yemas de huevo para 6 platos, uno para cada uno de los 6 jueces. Se me da un tiempo límite y se me comunica la fracción horaria en la que tengo que salir a presentar el plato. De repente me adelantan el turno y encima me piden que prepare dos tapas más para el presentador…. Pienso “joder”…..manda huevos en todos los sentidos. Finalmente los asistentes se llevan las tapas al jurado y salgo yo. Presentan mi plato y en vez de nombrarlo “con un par de huevos” me lo cambian a “con dos huevos” ¡Qué triste! toda la gracia del nombre a tomar por saco. Supongo que para la televisión pública ciertas palabras resultan un poco tabú, pero ¿tan desconcertante suena la palabra huevos? ¿Pues sabéis que pienso? ¡¡¡En ciertas formalidades me cago!!! Quizás hubiese tenido que llamarlos “mis huevos hinchados” vista las sorpresas que me encontré. ¿A que ya entendéis porque no voy a participar en ningún concurso más?

Al final a quien más tengo que sorprender son a mis clientes, y punto.

( bien Sergio! … no te ha visto nadie…. )

 

Os cuento de todas formas en qué consiste mi tapa “con un par de huevos”. Sin ninguna necesidad de entrar en el tema de gastronomía molecular y esferificaciones, hay una esfera natural que es la esfera por excelencia, la yema. Si os acordáis ya publiqué una versión/deconstrucción de huevos con patatas a lo pobre. Es que comer una yema tibia y crujiente por fuera es un puto orgasmo.

Rebozar una yema es igual que rebozar una croqueta, lo único es que se necesita mucho cuidado al manejarla.

Para este evento, dado que tenía que elegir 3 productos de la empresa patrocinadora Negrini y vista la fecha, preparé algo más invernal, combinando las yemas con una salsa tibia de queso Gorgonzola y la trufa fresca rallada como perfume final.

Un único bocado, una explosión de sabor que con su textura cremosa te empapa todas las papilas gustativas en un momento. ¡¡¡Mágico!!! Por lo menos una vez en la vida, antes de cumplir los 70 años todo el mundo debería probarlo, porque ¡pasada esa edad pocos orgasmos más vas a tener!


15. enero 2019 - admin
Categories: entrantes, invierno, la cocina española y tapas, picoteos y meriendas | Tags: , , , , , , , | Comentarios desactivados